Historia

Historia (Aspectos geográficos)

Por D. CARLOS ARRANZ SANTOS, profesor e historiador de Pedrajas de San Estebán (Valladolid); 

EL PASADO DE GOMEZSERRACÍN

 
1. ASPECTOS GEOGRÁFICOS
 
Gómezserracín se encuentra situado en la comarca natural de la Tierra de Pinares, al noroeste de la provincia de Segovia. A su vez, dentro de esta comarca pinariega, se diferencia un territorio conocido históricamente como El Carracillo, al que Gomezserracín pertenece junto con los pueblos vecinos de Sanchonuño, Chatún, Pinarejos, Navalmanzano, San Martín y Mudrián, Navas de Oro, Samboal, Narros de Cuéllar, Fresneda de Cuéllar, Chañe, Campo de Cuéllar y Arroyo de Cuéllar.
 
El territorio de Gomezserracín se caracteriza por la abundancia de grandes extensiones de arena, de origen cuaternario, pobladas en su mayor parte de pinar. En zonas llanas o levemente deprimidas, con tierra arcillosa (toba) a escasa profundidad, se han formado numerosas navas y lagunas, que desde tiempos antiguos han caracterizado el paisaje: Navacortes, Navarrera, Navazo Largo, Navalparaíso, Navallosa, Navazo Ruano, laguna del Señor, laguna de Carravilla y laguna de la Reguja, entre otras. Las aguas de estas lagunas se dedicaban a abrevar los ganados, a la cría de tencas, ranas, parros y gansos. Abundaban en ellas las sanguijuelas, utilizadas antiguamente en medicina para realizar sangrías a los enfermos.
 
Recorren el territorio de Gomezserracín numerosos caces y arroyos, que entregan sus aguas al río Pirón, entre los que sobresalen los arroyos denominados Ternillo y Marieles.
 
El arroyo del Ternillo nace junto a la laguna del Señor, en el término de Gomezserracín. Pasa encauzado por el centro urbano de Arroyo de Cuéllar, dando nombre al pueblo. Después entra en el término de Chañe, donde se une con el arroyo de Marieles y forma el arroyo de Jaramiel, que desemboca en el río Pirón junto a la Puente Blanca de Íscar.
 
El arroyo de Marieles o de las Arroyadas se forma en término de Pinarejos; pasa al sur de Gomezserracín y Chatún, y atraviesa posteriormente el sitio donde estuvo situado el despoblado de Marieles, término de Narros, que le da el nombre; después de discurrir junto al pueblo de Chañe, se une al arroyo del Ternillo.
 
Los primeros habitantes de Gomezserracín, al fundar la población, debieron de tener en cuenta la abundancia de aguas existente en el lugar. El pueblo nació en torno a dos fuentes, hoy desaparecidas: la del Pueblo, que manaba en la Plaza, frente al Ayuntamiento, y la de la Iglesia, que brotaba muy cerca de la anterior, en el corral de la casa parroquial. Las aguas de estas fuentes formaban un pequeño arroyo que desembocaba en otro, llamado Paparroñas, que entraba en el pueblo por el camino de Pinarejos, corriendo luego hacia Chatún con el nombre de arroyo del Pino. En el casco de la población existieron también algunas lagunas, como la de las Fuentecillas.
Historia (Aspectos Históricos)

2. ASPECTOS HISTÓRICOS

 
2.1. LOS PRIMEROS POBLADORES
 
La presencia humana en tierras de Gomezserracín se remonta a la Edad del Bronce, en el segundo milenio antes de Cristo, según ponen de manifiesto los restos arqueológicos encontrados en algunos lugares del término municipal, como Las Veguillas, El Aca, La Cotarra del Barco, La Lata, El Galbán o Las Narras. Se trata de fragmentos cerámicos de vasijas hechas a mano, cuchillos y puntas de flechas talladas en sílex, hachas pulimentadas, etc. Los hallazgos de molinos de mano barquiformes demuestran la dedicación de estos primitivos pobladores al cultivo de los campos. 

Tiempo después, en las postrimerías del siglo IX a. C., cristalizó en la Cuenca del Duero una nueva etapa cultural, de influencia europea, denominada la Edad del Hierro. Gentes de esta cultura se asentaron en pagos como el Ternillo, los Pradillos y el Coto del Casar. 

2.2. EL POBLAMIENTO VISIGODO

 
En tiempos de la dominación romana el territorio de Gomezserracín parece que no estuvo poblado, a juzgar por la ausencia de vestigios arqueológicos. Los más cercanos han aparecido en Pelegudos, término de Campo de Cuéllar.
 
En época visigoda, siglos VI y VII, existieron pequeños poblados en la cotarra de la Ermita, por encima del Prado del Soto, y en el Coto del Casar, antes mencionado. En ambos lugares se encuentran cerámicas hechas a torno, de coloración gris o negra, que suelen presentar una decoración a base de líneas incisas onduladas, hechas a peine.
 
2. 3. LA REPOBLACIÓN CRISTIANA
 
En el año 711 los musulmanes invaden la Península Ibérica y ponen fin al reino visigodo. Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, se inicia la repoblación cristiana de los territorios situados al sur del río Duero, que se organizan en entidades jurídico-administrativas denominadas concejos o comunidades de villa y tierra: Cuéllar, Íscar, Olmedo, Coca, Peñafiel…  
 
A efectos administrativos, la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar se dividió en seis circunscripciones denominadas sexmos, cada una de las cuales contaba con un representante en el concejo de la Villa. Gomezserracín pertenecía al sexmo de Navalmanzano, junto con Campo de Cuéllar, Chatún, San Martín, Mudrián, Navas de Oro, Pinarejos, Sanchonuño y Zarzuela del Pinar. Otros lugares del sexmo quedaron despoblados en el transcurso de los tiempos: Gallegos (Chatún), La Hirvienza (Zarzuela del Pinar), Los Añez y Garci Sancho (Mudrián) y Tirados (Pinarejos).

 

2. 4. SEÑORÍO DE LOS DUQUES DE ALBURQUERQUE
 
El 24 de diciembre de 1464 el rey Enrique IV concedió la villa de Cuéllar y su Tierra a don Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque. A esta casa ducal perteneció hasta la supresión de los señoríos en el siglo XIX.
 
El ejercicio del poder señorial suponía para los Duques el derecho a nombrar un corregidor, que controlaba las actuaciones del concejo cuellarano. Por la misma razón, los Duques percibían de sus vasallos tributos como las alcabalas, las tercias reales y la martiniega. 
 
Quienes se sintieran agraviados por una sentencia del alcalde de Cuéllar tenían el derecho de apelar ante un alcalde mayor o juez de apelaciones, nombrado por el Duque. Si los pleiteantes no quedaban satisfechos con la nueva sentencia, podían recurrir en última instancia ante el tribunal de la Real Chancillería de Valladolid.
Historia (Aspectos Históricos :: 2.5)

 

2.5. LA PARROQUIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA
 
En lo referente a la organización eclesiástica, Cuéllar y su Tierra formaron parte desde un principio de la diócesis de Segovia. La iglesia parroquial de Gomezserracín se dedicó, en el momento de su fundación, a Santa María Magdalena. 
 
Desde el punto de vista artístico, destaca en ella el artesonado mudéjar de la capilla mayor (siglo XVI), varios retablos de estilo barroco, con imágenes de la época, entre las que merecen mencionarse las de Santa María Magdalena, San Nicolás de Bari, San Roque y el Cristo de la Guía.
Historia (Aspectos Históricos :: 2.5 - 2ª parte)

En el exterior, sobresale la torre espadaña, construida en el año 1699.

En el término de Gomezserracín existían dos ermitas: Santa Olalla y el Humilladero. La primera, a cargo del concejo, estaba situada al oeste de la población, a unos cuatro kilómetros de distancia, en una cotarra arenosa, actualmente convertida en pinar. Hasta ella acudían en rogativa los vecinos de Gomezserracín, dirigiendo sus súplicas al cielo por el logro de las cosechas.

Se venera en ella la imagen del Santo Cristo del Humilladero, cuyo cuidado correspondía a la cofradía de la Vera Cruz. Otras cofradías fundadas en el pueblo, en tiempos antiguos, fueron las del Santísimo Sacramento, San Bartolomé, San Roque, Ánimas del Purgatorio y Virgen del Rosario.

Frente a la ermita del Humilladero finalizaba el calvario o vía crucis del pueblo, formado por  dieciséis cruceros, en su mayor parte de piedra caliza, labrados en la segunda mitad de los siglos XVI y XVIII. Dos de las cruces, fechadas en 1882, están realizadas en hierro forjado.

Los clérigos de los pueblos de la Tierra de Cuéllar se agrupaban en cuatro hermandades o cabildos, correspondientes a los cuartos de Valarto, el Carracillo, Valcorba y el Pinar. El cura de Gomezserracín y Chatún pertenecía al cabildo del cuarto del Carracillo, dedicado a San Pedro y San Pablo. La finalidad de estos cabildos era el logro de bienes espirituales y temporales por parte de todos sus miembros.